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sábado, 1 de diciembre de 2012

Mala praxis,y el implicado es Alejandro Collia(ministro de salud provincial)

Este es un caso de mala práxis o mal desempeño 

médico en que la víctima es : Marcelo Molina López y 

la denuncia es contra : 

el Neurocirujano Fernando Merino y Alejandro Collia 

actual ministro de salud de la provincia de Bs.As.

La siguiente es una carta que el padre de Marcelo ,donde explica los acontecimientos ,el estado actual de su hijo,y en que estado está la causa.: 

Dr. Alejandro Collia. Ministro de Salud  de la Provincia de Buenos Aires
Marcelo Molina López
Mi hijo Marcelo ingresó luego de un accidente de tránsito al Hospital Bocalandro en el mes de marzo de 2005 y por falta de complejidad fue derivado al Hospital Ramón Carrillo para que su propio Director el Dr. Alejandro Collia, médico neurocirujano se hiciera cargo de su atención. Si bien estaba grave, luego de permanecer cinco días internado y habérsele realizado varios estudios tomográficos de cerebro; pasó de un estado en que conversaba con nuestra familia y nos pedía que lo sacáramos de ahí, manifestando además que sentía mucho dolor de cabeza  ;a un coma profundo producido por negligencia en su atención. No solamente no se le realizó una cirugía en el momento adecuado sino que además el propio director Dr. Collia, argumentando que su Hospital no tenìa complejidad suficiente para continuar atendiendo a mi hijo,  se lavó las manos derivándolo a otra institución en la cual había trabajado anteriormente (esto es el Hospital Güemes de Haedo); para que su esposa  ( la Dra. Winogora ,médica anestesista) junto al Dr. Neurocirujano Fernando Merino operaran esa misma noche a mi hijo y en forma equivocada. No solamente se equivocó de lado del que tenía que haberlo operado , sino que además nunca más se hizo cargo del error cometido y el seguimiento del paciente. Es así que posteriormente lo tienen que reoperar el Dr. Antonio De Leo y el Dr. Adalberto Davico. A este último lo conocí personalmente mucho tiempo después , en ocasión de haber sido designado por su antigüo jefe de servicio  el Dr. Gonzalez la Riva  como neurocirujano  para otra intervención  quirúrgica consistente en la colocación de una válvula, que debió ser suspendida porque la misma no estaba disponible y además porque  mi hijo padecía de una meningitis  en aquel  momento, con lo cual se contraindicaba dicho procedimiento. La única referencia que tenía del Dr. Davico  según dichos de los terapistas Dres .Tarditi; Maceira y Shoom; era que se trataba  una persona excelente como  neurocirujano pero nefasta para el servicio y  con la cual no me convenía mantener diálogo alguno porque según éstos,  siempre estaba en desacuerdo con el resto de los médicos. En realidad las cosas no eran así, tal como  los médicos de terapia intensiva trataban de hacerme creer; sino que en realidad temían que, por ser el Dr. Davico una persona honrada y sincera, pudiera yo advertir tempranamente todos los hechos ocurridos con mi hijo desde el mismo momento en que fue mal asistido por los Dres. Collia; Merino y otros. La única persona con la que el Dr. Davico había mantenido diálogo simplemente para solicitarle que autorice la tercera intervención quirúrgica y además para explicarle la gravedad en que se encontraba Marcelo, fue mi hija Karen, la cual desconocía los pormenores de los hechos  al igual que yo; enterándonos  muy tardíamente de la verdad y como consecuencia de una investigación llevada a cabo por gente del servicio de inteligencia y comentarios de otros médicos a los cuales posteriormente interrogué. Sí puedo decir que comencé a sospechar al igual que mi familia,  de que existían irregularidades en la atención de mi hijo desde el primer momento en que me instalé en el hospital de Haedo, ya que no existían coincidencias entre los distintos partes médicos que nos informaban los facultativos y las conclusiones a las que arribaba luego de  poder efectuar la visita diaria  y observar los elementos con que realizaban la atención de mi hijo. Tuve la intuición de que a mi hijo era más fácil hacerlo desaparecer de este mundo a fin de tapar las secuelas físicas que actualmente padece, que tratar de continuar trabajando correctamente para su recuperación. Fui testigo de muchas barbaridades cometidas con otros pacientes internados en terapia intensiva que he tomado nota también para hacer justicia por ellos y por sus propias familias.
                                           En el momento actual mi hijo permanece en estado vegetativo persistente por culpa de una mala praxis que podía haberse evitado si los médicos Collia y Merino principalmente lo hubieran asistido correctamente. Repito que esto ya se encuentra en vías de investigación mediante una denuncia penal que he realizado a tal efecto.
 
Al dia de hoy ,Alfredo Molina Campos padre de Marcelo,ha sido amenazado de muerte,debido a las investigaciones que ha realizado y a las denuncias de varios casos mas de mala práxis que ha descubierto.

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